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Según el consolidado del sector más reciente, el incremento en inscripciones se dio el año pasado por incentivos financieros
Desde 2014, la tasa de cobertura promedio en universidades se ha ubicado cerca de 50% a nivel nacional. O visto de otra forma, del total de la población entre 17 y 21 años solo la mitad de los jóvenes están matriculados en una Institución de Educación Superior. Esta tasa es inferior a países de América Latina como Chile o Argentina (con coberturas superiores a 80%) y al promedio de la Ocde (alrededor de 75%).
Sin embargo, la matricula a la Educación Superior tiene tendencia al alza desde 2014. El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana realizó un estudio sobre el comportamiento de los matriculados y demostró que, para el segundo semestre de 2021 se inscribieron a la Educación Superior, entre privadas y públicas, 2,3 millones de estudiantes.
Estos números representaron un incremento de 7,4% respecto al mismo periodo del 2020, momento en el cual se inscribieron 2,2 estudiantes.
Las codirectoras del LEE, Gloria Bernal y Luz Karime Abadía, explicaron que la razón por la cual la gráfica histórica de las matrículas tiene tantos picos es por que se intercalan el primero y el segundo semestre. En primer semestre suelen ingresar más estudiantes de calendario A, sector que tiene más porcentaje de estudiantes.
“También tiene que ver con el sector, es decir, oficial y privada. En el semestre uno entra más gente a estudiar a las universidades públicas que en el semestre dos, esto está asociado al calendario estudiantil”, explicó sobre los picos Gloria Bernal.
El LEE explicó que el aumento en general de la matrícula total puede deberse al rol activo del Gobierno y las Instituciones de Educación Superior (IES) en la generación de incentivos y ayudas financieras para apoyar a los estudiantes y a sus familias, afectados por la crisis económica que desató la pandemia.
“Persiste la dificultad que tienen los jóvenes de permanecer y graduarse del sistema educativo, además de la limitación que tiene la oferta educativa para aumentar los cupos en educación superior”.
También lo atribuyen al cambio a la modalidad remota que adoptaron los programas de Educación Superior por la pandemia, que pudo ser atractiva para algunos estudiantes por el ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos desde su residencia al lugar de estudio, o ahorros en costos de sostenimiento para los que deben migrar a diferentes ciudades para estudiar, incentivando así a matricularse.
Para el caso del sector oficial, que fue aquel que registró un aumento de la matrícula a primer curso de pregrado, los investigadores indican que puede estar asociado a los cambios de la admisión de estudiantes que adoptaron algunas IES oficiales por la pandemia, así como por los programas de financiación del Gobierno como matrícula 0 para estratos 1, 2 y 3.
“El acceso y graduación a educación superior, especialmente aquella de calidad, es fundamental para incrementar las posibilidades de los individuos de acceder a empleos formales, de obtener mejores salarios y, en general, de mejorar su nivel de vida. Además, aumentar los niveles de educación superior, genera beneficios sociales pues incrementa la competitividad, productividad y crecimiento económico de un país.” concluyó Luz Karime Abadía.
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